Parque Natural Arribes del Duero

Parque Natural Arribes del Duero

En nuestra línea de mostrar algunos de los lugares naturales más maravillosos de nuestro entorno, esta semana os presentamos el majestuoso Parque Natural de los Arribes del Duero, situado al oeste de las provincias de Zamora y Salamanca. Un espacio natural privilegiado que hace de frontera natural con Portugal y en el que destacan la belleza agreste de su paisaje granítico y una increíble y variada fauna y flora.

La principal característica de este parque radica en la espectacularidad de sus cañones sobre el río Duero, generando increíbles perspectivas y desniveles que deleitan al visitante. La actual geomorfología de este espacio natural protegido es fruto de una evolución del río Duero, que al igual que otros ríos peninsulares, tuvo que abrirse camino en la llanura de la Península Ibérica, dando lugar con el tiempo al inmenso cañón de paredes, casi verticales, que conforman los arribes. Estos factores, unidos a la impermeabilidad del terreno, escasa población y alta rentabilidad de la energía hidroeléctrica ha provocado una poca habitual concentración de presas y embalses en esta zona, conocida como los Saltos del Duero.

Si nos centramos en otra de sus particularidades, vemos como el clima del Parque Natural varía enormemente dada su singular tipografía. Un valle muy protegido de los vientos, mucha luz durante el año, con una temperatura media muy suave que evita las duras heladas de la meseta durante todo el año, así como una humedad media, crea climas totalmente distintos en su vertiente más baja y cercana al río con la parte más alta y con clima continental de la meseta.

Parque Natural Arribes del Duero

Este «microclima» da lugar a una flora muy rica, en la que abundan las especies mediterráneas, así como los cultivos típicos de estas latitudes como el olivo, vid o almendros, alternando con cereales en la parte más alta y llana. Los matorrales abundan en todas aquellas zonas sin cultivar intercalándose con enebros, encinas y alcornoques. Pero sin duda, otra de las más impresionantes características del Parque Natural de los Arribes del Duero, es la fauna que la habita. Los buitres comunes, águilas reales, cigüeñas y alimoches son los dueños y señores del aire en este parque, cohabitando con peces como el barbo o carpines, reptiles y mamíferos como la nutria, la gineta, el jabalí o el zorro.

El Parque Natural de los Arribes del Duero es un sitio espectacular para el avistamiento de aves, la práctica del senderismo por senderos que recorren los cañones y para refrescarse en los meses de verano en las zonas habilitadas para ello como por ejemplo, la Playa del Rostro. Dentro de los límites del Parque Natural se localiza una interesante y bella localidad: la villa de Fermoselle, donde se pueden contemplar los restos de su recinto amurallado y las portadas románicas de la iglesia de la Asunción, y recorrer sus estrechas y empinadas calles a las que se abre un bien conservado conjunto de arquitectura popular. Es desde este municipio y desde el cercano Aldeadávila donde se pueden realizar los famosos cruceros fluviales por el valle. 

Por último, y no menos importante, si visitáis el Parque, no dejéis de visitar el impresionante Pozo de los Humos, una asombrosa cascada de más de 50m de altura, el Pozo Airón, con su singular cueva y el Mirador Picón de Felipe, desde el que se atisba toda la belleza y espectacularidad de los cañones y de la famosa Presa de Aldeadávila.

Esperamos que disfrutéis de este maravilloso lugar de nuestra geografía.

Un saludo a tod@s.


Foto Cabecera: Flickr – Guillén Pérez | Imagen principal: Flickr – Emilio del Prado  

3 respuestas a «Parque Natural Arribes del Duero»

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